domingo, 12 de julio de 2015

Papa Francisco habló a los jóvenes desde Paraguay

PAPA FRANCISCO: "Dejen todo en la cancha, jueguen limpio y no coimeen al réferi"

El Papa Francisco alentó a los jóvenes desde Paraguay, a no dejar de perseguir los grandes ideales, dejando “todo en la cancha” y “jugando limpio”, recurriendo también para ello al consejo y sabiduría de los mayores.
En el estadio León Coundou estuvieron presentes más de 2.000 personas, entre líderes políticos, autoridades locales, artistas, representantes deportivos, dirigentes de organizaciones sindicales, campesinas e indígenas. Luego de la ceremonia de bienvenida, el Santo Padre escuchó atentamente los testimonios de algunos representantes locales sobre la realidad del país. Francisco respondió a cada una de estas inquietudes, entre ellas la de un joven preocupado “por hacer que la sociedad sea un ámbito de fraternidad, de justicia, de paz y dignidad para todos”.
“La juventud es tiempo de grandes ideales. A mí me viene decir muchas veces que me da tristeza ver un ‘joven jubilado’”, expresó el Papa, que destacó la abundante población joven del país.
Por ello, dijo que es importante que los jóvenes “vayan intuyendo que la verdadera felicidad pasa por la lucha de un país más fraterno” y vean “que felicidad y placer no son sinónimos (…). Sino que la felicidad exige el compromiso y la entrega”.
Francisco los animó a no tener miedo de aspirar “a cosas que valgan la pena”. “Esa es la vocación de la juventud. No tengan miedo de dejar todo en la cancha. Jueguen limpio, jueguen con todo. No tengan miedo de entregar lo mejor de sí. No busquen el arreglo previo para evitar el cansancio y la lucha. No coimeen al réferi. Eso sí, no lo hagan solos. Busquen charlar, aprovechen a escuchar la vida, las historias, los cuentos de sus mayores y de sus abuelos. Que hay sabiduría allí”.
Asimismo, les aconsejó a buscar “consuelo en la fuerza de la oración, en Jesús. En su presencia cotidiana y constante. Él no defrauda”.
En su discurso, el Papa también criticó a las ideologías porque instrumentalizan a los pobres en beneficio de intereses personales y políticos, ajenos a su dignidad humana.
Para concluir, Francisco afirmó que había sido “una gran alegría ver la cantidad y variedad de asociaciones que están comprometidas en la construcción de un Paraguay cada vez mejor y próspero. Pero si no dialogan, no sirve para nada, si chantajean, no sirve para nada”.
Hablen “y busquen caminos de solución. Amen a su Patria, a sus conciudadanos y, sobre todo, amen a los más pobres. Así serán ante el mundo un testimonio de que otro modelo de desarrollo es posible”, aconsejó finalmente Francisco, quien encomendó a los dirigentes a la Virgen de Caacupé.